Al menos 65 personas murieron y decenas resultaron heridas en un incendio que arrasó varios bloques residenciales del complejo Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, en el norte de Hong Kong, en el siniestro más letal que ha sufrido la ciudad en más de siete décadas. Autoridades locales dijeron que algunos residentes permanecen atrapados, con más de 270 personas desaparecidas y 70 heridos, mientras cientos de bomberos continuaban el jueves las tareas de enfriamiento y búsqueda en estructuras severamente dañadas.
El fuego empezó el miércoles a las 14:51 hora local y, en menos de cuatro horas, se elevó a nivel cinco, la clasificación más alta del territorio para incendios en curso. Imágenes en directo mostraron columnas de humo gris y llamas que trepaban por los andamios de bambú instalados para unas obras de rehabilitación, un paisaje habitual en esta ciudad de rascacielos.
“A pesar de las complejas condiciones en el lugar, los esfuerzos de rescate de los bomberos no se detendrán”, dijo por la noche el jefe del Ejecutivo, John Lee, al anunciar inspecciones a “todas las urbanizaciones sometidas a reparaciones importantes” y la revisión del uso de andamios de bambú frente a alternativas metálicas.
La policía detuvo a tres ejecutivos de una constructora bajo sospecha de homicidio involuntario y negligencia grave, al investigar si materiales no ignífugos —mallas y láminas plásticas en fachada, además de poliestireno en ventanas— aceleraron la propagación del fuego. “Tenemos motivos para creer que los responsables de la empresa actuaron con negligencia grave”, señaló un portavoz policial.
El Departamento de Bomberos informó que 28 personas fueron atendidas en el lugar, nueve fallecieron allí y cuatro de las seis trasladadas al hospital murieron posteriormente, un balance parcial que fue superado durante la madrugada, cuando se localizaron más víctimas en pisos altos. Un bombero de 37 años, Ho Wai-ho, figura entre los fallecidos; otros diez efectivos resultaron heridos durante las operaciones. Residentes describieron escenas de pánico.
“Estoy devastado… Mira, todos los apartamentos están ardiendo. No sé qué hacer”, dijo Jason Kong, de 65 años, a la BBC, mientras buscaba a vecinos que continuaban atrapados.
Otros habitantes relataron que no sonaron algunas alarmas y que los ascensores dejaron de funcionar en medio del fuego, lo que complicó la evacuación en torres de 31 plantas.

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