Reforma eléctrica de AMLO no alcanza mayoría calificada en San Lázaro y es desechada

0
191

Con 275 votos a favor y 223 en contra, la Cámara de Diputados desechó el dictamen por el que se reformaban los artículos 4, 25, 27 y 28 de la Constitución Política, en materia de energía y de acceso a la energía eléctrica.

La Reforma Eléctrica, enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador no alcanzó mayoría calificada, ante el voto de la oposición y con varias horas de debate en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Los diputados de México rechazaron este domingo la emblemática Reforma Eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador –públicamente criticada por los Estados Unidos– al no alcanzar la mayoría calificada, ante el voto de la oposición.

Descalificaciones entre los morenistas y los partidos de oposición enmarcaron la sesión que empezó a las 11:00 horas en un momento clave para el sexenio de López Obrador, que unas horas antes de conocer el resultado de la sesión adelantó que “pase lo que pase ya estamos blindados contra la traición”.

López Obrador en los próximos días enviará una iniciativa al Congreso -que no requiera mayoría calificada- para declarar los yacimientos mexicanos de litio “propiedad absoluta del pueblo y la Nación”.

La reforma en discusión plantea revisar la liberalización del mercado eléctrico, para revertir la “desaparición de las empresas energéticas del Estado” que provocó la reforma constitucional del 2013, según el presidente mexicano.

El gobierno mexicano argumenta que tras esa modificación de la Carta Magna, las empresas privadas nacionales y extranjeras reciben subsidios mientras que los pequeños consumidores pagan altas tarifas.

La reforma constitucional establece que al menos 54% de la energía sea gestionada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), contra el 38% que maneja actualmente y el 62% en manos de privados y extranjeros.

AMLO requería de una mayoría calificada de dos terceras partes de los diputados, necesaria para que se aprobara esta reforma que daría al Estado mayor control del sector eléctrico.

A pesar de haber aplazado hasta este domingo de Pascua la sesión parlamentaria en un intento de buscar nuevos respaldos, el oficialismo solo obtuvo el apoyo de un diputado del PRI.

Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, agrupación autora de la reforma de 2013, adelantó su festejo en la ríspida sesión. Morena tendrá la derrota “más monumental” al insistir en que su bancada no cambiará su rechazo a la enmienda.

Jorge Romero, coordinador del Partido Acción Nacional (PAN, derecha) dijo que la iniciativa arrojaría al país a “50 años atrás en términos medioambientales (…) todos buscan la soberanía energética de México, pero no coincidimos en cómo hacerlo”.

Tensión diplomática

Estados Unidos ha advertido que con la propuesta de reforma se podrían desatar “litigios interminables”, porque que a su juicio vulnera las inversiones privadas estadounidenses en México.

Para Washington, el cambio en las reglas de juego -con “normas retroactivas”- “genera inseguridad jurídica y perjuicios que afectan el clima de inversiones”.

El proyecto también preocupa a España por la presencia en México de Iberdrola.

El presidente mexicano ha restado importancia a un eventual revés parlamentario de su reforma constitucional al sector eléctrico.

La semana pasada, la Suprema Corte avaló una ley que el Congreso aprobó en 2021, que refuerza la participación del Estado en el sector eléctrico.