Por Joana Elizabeth Salinas, Socia directora de Coperva y Psicopedagoga especializada en Salud Laboral.
Doce tecnologías emergentes, incluida la Internet móvil, los vehículos autónomos y la genómica avanzada, tienen el potencial de remodelar realmente el mundo en el que vivimos y trabajamos.
Los líderes tanto en el gobierno como en las empresas no solo deben saber lo que está en el horizonte, sino también comenzar a prepararse para su impacto en nuestra salud y bienestar.
Por ejemplo, la robótica avanzada, es decir, robots o herramientas robóticas cada vez más capaces, con “sentidos”, destreza e inteligencia mejorados, puede asumir tareas que antes se consideraban demasiado delicadas o antieconómicas para automatizar.
Estas tecnologías también pueden generar beneficios sociales significativos, incluidos los sistemas quirúrgicos robóticos que hacen que los procedimientos sean menos invasivos, así como las prótesis robóticas y los “exoesqueletos” que restauran las funciones de los amputados y los ancianos.
La genómica de próxima generación combina la ciencia utilizada para obtener imágenes de pares de bases de nucleótidos o unidades que componen el ADN con capacidades computacionales y analíticas que avanzan rápidamente. A medida que aumenta nuestra comprensión de la composición genómica de los seres humanos, también lo hace la capacidad de manipular genes y mejorar los diagnósticos y tratamientos de salud.
La genómica de próxima generación ofrecerá avances similares en nuestra comprensión de plantas y animales, creando potencialmente oportunidades para mejorar el rendimiento de la agricultura y crear sustancias de alto valor, por ejemplo, etanol y biodiesel, a partir de organismos ordinarios, como la bacteria E. coli.
Ahora, los dispositivos de almacenamiento de energía o los sistemas físicos almacenan energía para su uso posterior. Estas tecnologías, como las baterías de iones de litio y las pilas de combustible, ya alimentan vehículos eléctricos e híbridos, junto con miles de millones de productos electrónicos de consumo portátiles.
Durante la próxima década, el avance de la tecnología de almacenamiento de energía podría hacer que los costos de los vehículos eléctricos sean competitivos, llevar electricidad a áreas remotas de los países en desarrollo y mejorar la eficiencia de la red de servicios públicos.
Las tecnologías disruptivas pueden cambiar el juego para las empresas, crear productos y servicios completamente nuevos y cambiar los grupos de valor entre los productores o de los productores a los consumidores. Las organizaciones a menudo necesitarán usar innovaciones de modelos de negocio para capturar parte de ese valor.
Por otra parte, los responsables de la formulación de políticas pueden utilizar tecnología avanzada para abordar sus propios desafíos operativos. Por ejemplo, mediante la implementación del Internet de las cosas para mejorar la gestión de la infraestructura. La naturaleza del trabajo continuará cambiando, y eso requerirá fuertes programas de educación y recapacitación.
Nos aproximamos más a cambios radicales que previsiblemente impactarán muchos campos e actividad, como la salud. El gran reto, sin embargo, es mantener la ética en todas las posibilidades que se avecinan y alinearlas con el bien común.
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