El gigante suizo Barry Callebaut del chocolate volvió a poner en marcha el lunes su fábrica belga, presentada como la más grande del mundo, tras seis semanas detenida por una contaminación de salmonela, anunció la compañía.
Tres líneas de producción de 28 arrancaron en Wieze (noroeste de Bruselas) y la primera entrega, de chocolate líquido-tendrá lugar este lunes, precisó a la AFP Korneel Warlop, portavoz de la compañía, agregando que en el resto de líneas proseguían las operaciones de limpieza.
“En las próximas semanas estaremos en condiciones de poner en marcha más líneas con el objetivo de volver a un nivel normal de producción. No obstante, somos prudentes, porque el proceso de limpieza y saneamiento está tomando mucho tiempo”, precisó en el comunicado.
“Garantizar la seguridad alimentaria y la seguridad de nuestros empleados sigue siendo la máxima prioridad”, señaló.
La presencia de la bacteria se detectó a fines de junio en un lote producido en Wieze, con la lecitina como fuente de la contaminación según la fábrica, que detuvo inmediatamente la producción y bloqueó todos los productos producidos después del 25 de junio.
Barry Callebaut suministra tanto a gigantes de la industria alimentaria como Hershey, Mondelez, Nestlé y Unilever, como a fábricas de galletas, artesanos y pasteleros. A principios de julio informó que ningún chocolate contaminado había llegado a los consumidores.
La Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria “continúa monitoreando la reanudación de la producción por parte de Barry Callebaut, que debe garantizar que los consumidores y clientes comerciales estén protegidos de cualquier riesgo”, dijo un portavoz a la AFP.
Basado en Zúrich, el grupo suizo es el numero uno mundial de cacao y preparados a base de chocolate a numerosas empresas del sector alimentario. De acuerdo con su balance 2021/2022, sus ventas anuales alcanzaron los 2.2 millones de toneladas en ese período.