Amnistía vs prisión oficiosa
PULSO
Eduardo Meraz
En una más de sus contradicciones, que demuestran su absoluta falta de entendimiento de la gobernanza, el cuatroteísmo busca liberar a allegados y encerrar a quienes se le opongan.
Así lo ha dejado claro al promover una ley de Amnistía, en la cual el ejecutivo palaciego determine si alza o baja el pulgar de los detenidos.
Pero, por otro lado, se resiste a quitar lo oficioso a la prisión preventiva, con lo cual puede encerrar a todo aquel que, sin haberse demostrado si es culpable o no, incluidos adversarios políticos.
Queda claro la intencionalidad del actual gobierno de establecer un sistema de premios y castigos, según convenga a sus intereses.
Según, Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, al defender la prisión preventiva oficiosa, que habrá de revisarse los próximos días en la Suprema Corte, dice que la SCJN se está excediendo en sus funciones y afirma que se liberaría a “68 mil delincuentes”.
Sin embargo, se guarda bajo la llave de la secrecía cuántos delincuentes serían puestos en libertad por el presidente totalmente Palacio Nacional.
Si nos basamos en las cifras ofrecidas por la titular de la Segob, del total señalado bajo prisión preventiva oficiosa, no suman más de 25 mil los delincuentes de alto riesgo: homicidas, secuestradores, violadores, narcotraficantes, feminicidas y corruptores de menores.
Es decir, que hay más de 40 mil prisioneros que podrían beneficiarse si se le quita el apellido al mecanismo de prisión preventiva que, además, es una demanda de organismos de derechos humanos nacionales y extranjeros.
De hecho, la eliminación del carácter oficioso, contribuiría de manera significativa a resolver que el número de presos sea tan alto,”precisamente porque la problemática está vinculada a la enorme tardanza de los propios jueces y de la cantidad de recursos y amparos que hacen que todos estos procesos duren mucho tiempo en resolverse”.
Está óptica, expresada por la secretaria Alcalde, si bien tiene una gran dosis de verdad, es corta en su apreciación, pues omite referir las condiciones deplorables en las cuales operan los ministerios públicos, cuyas cargas de trabajo son agobiantes.
No puede hablarse de confusión entre amnesia y magnesia. Existe un claro interés por otorgar gracia, vía amnistía a aliados, casi sin importar sus pecados y, de otra parte, usar la ley a modo para encerrar, entre otros, a opositores políticos.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Van por el “cash” de las pensiones; 40 mil millones de pesos bien valen una ley que nunca tomó en cuenta la opinión de los afectados.
@Edumermo