Modelo económico y social mundial, causa de la sexta extinción masiva del planeta: Dr. Ceballos

Hablar con el Dr. Gerardo Ceballos es escuchar a alguien que ha dedicado su vida a observar cómo se desvanece el mundo natural. Pero también es dialogar con un científico que, pese a tener en las manos los datos más oscuros sobre la vida en la Tierra, conserva la urgencia de alertar y la convicción de que aún es posible cambiar el rumbo. Sus palabras no son catastrofistas, son diagnósticos. No busca sembrar miedo, sino sacudir conciencias.
El Dr. Ceballos ha documentado con rigurosidad el avance de la sexta gran extinción masiva que enfrenta el planeta. A diferencia de las anteriores, esta no fue causada por meteoritos, glaciaciones ni erupciones volcánicas, sino por una sola especie: la nuestra. Según sus investigaciones, la tasa actual de desaparición de especies es entre cien y mil veces mayor que la esperada en condiciones naturales. Pero lo más preocupante no es solo cuántas especies se extinguen cada año, sino cuántas poblaciones se desploman silenciosamente. A ese fenómeno le dio un nombre estremecedor: aniquilación biológica.
Para el Dr. Ceballos, esa pérdida acelerada de vida no es un fenómeno aislado, sino el síntoma de un sistema global profundamente enfermo. Y ese sistema no es otro que el modelo económico y social que domina al mundo. Un modelo basado en la explotación excesiva de recursos naturales, el consumo desenfrenado, la desigualdad y la desconexión con la naturaleza. En palabras suyas, “estamos colapsando los fundamentos ecológicos que sostienen la civilización”. Suena extremo, pero no lo es. Se trata, simplemente, de conectar las piezas.
Cuando una especie desaparece, se pierde una función en el ecosistema. Cuando muchas especies desaparecen al mismo tiempo, los ecosistemas dejan de proveer servicios esenciales como la purificación del aire, la regulación del clima, la polinización, el ciclo del agua o la fertilidad del suelo. La humanidad ha vivido durante siglos gracias a una estabilidad ecológica que hoy está siendo erosionada de forma acelerada.
Pero lo más alarmante para el Dr. Ceballos no es el cambio en la naturaleza, sino la lentitud con la que los seres humanos estamos reaccionando. “Estamos viviendo una emergencia, pero actuamos como si tuviéramos todo el tiempo del mundo. No lo tenemos. Estamos a una o dos décadas de cruzar puntos de no retorno”. Su advertencia no solo se dirige a gobiernos e instituciones, sino también a la ciudadanía. La transformación, insiste, debe ser profunda y colectiva.
El Dr. Gerardo Ceballos no se limita a la denuncia. Propone rutas de acción: proteger al menos el 50% del planeta, restaurar ecosistemas, reducir la desigualdad, adoptar modelos de producción y consumo sostenibles y, sobre todo, educar para cambiar la cultura. “La conservación no es un lujo, es una condición de sobrevivencia”.
Su lenguaje, aunque académico, está cargado de una claridad contundente. No se pierde en tecnicismos ni en promesas vacías. “Si no actuamos ahora, no habrá tiempo para arrepentirnos”, sentencia con serenidad, como quien ha repetido esa frase cientos de veces, esperando que esta vez sí sea escuchado.
Desde su oficina, rodeado de libros, mapas de biodiversidad y cifras que muestran la devastación del planeta, el Dr. Gerardo Ceballos sigue escribiendo, enseñando, investigando y hablando con una urgencia que no es desesperación, sino responsabilidad. Su voz no es solo la de un científico: es la de alguien que ha mirado de frente la fragilidad del mundo y aún cree que puede salvarse.