A la Garci-Crespo le cambian el nombre por odio al Clan Romero

0
183

 

La madre de la política fomentó el odio a su supuesta familia paterna

La única relación que ha existido entre la diputada que todos conocen como Olga Lucía Romero Garci-Crespo y la familia Romero, hoy los Celis Romero, es una de largos resentimientos que se han recrudecido a través de los años, una relación de odio desde que la madre de la diputada, Luli Garci-Crespo Rama, inculcó a su hija el rechazo por la familia de su supuesto padre, Francisco Romero Bringas.

Seguimos y seguiremos con la duda sobre el verdadero padre de la diputada de Moreno Olga Lucía Romero, cuyo verdadero nombre es Mónica Caballero Garci-Crespo, no podrá resolverse nunca, pues el supuesto padre de la funcionaria, Romero Bringas, no podrá levantarse de la tumba para comprobar su paternidad, siempre será su “supuesto” padre. La diputada creció como hija de don Francisco, pese a que varias personas en Tehuacán decían ser testigos de que su verdadero padre era el señor Edmundo Caballero.

Lo que sí es cierto, es que la madre de la diputada Garci-Crespo se encargó personalmente de acudir con su entonces pequeña hija a cambiarle el nombre de Olga Lucía por el de Mónica Caballero, la madre afirmó entonces que el padre biológico de la Garci-Crespo era el señor Caballero. Mas de treinta años después, aparece la funcionaria para afirmar que su madre cometió un delito al falsear información tan importante. Las mentiras acaban por convertirse en verdades, muchos políticos en México, incluida Lady Demandas, usan esa máxima a su favor.

Mentira o no, Lourdes Garci-Crespo Rama siempre se sintió rechazada por la familia de don Francisco Romero Bringas, con quien sí tuvo una relación amorosa. Por eso, en 1980, decidió quitarle a su hija el nombre de la abuela, Olga Bringas de Romero, por Mónica, escogido por ella y el padre, para que nada le recordara a una suegra que jamás la aceptó. De su madre, la diputada aprendió el resentimiento a los Romero, ninguna buena intención tiene de defender a nadie, como ya hemos visto, pero ahora sabemos con certeza que la relación entre la Garci-Crespo y Socorro Romero Sánchez era todo menos exelente.