Calor extremo es más mortífero que inundaciones, terremotos y huracanes juntos: informe SONAR de Swiss Re

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El informe advierte sobre el impacto sistémico del calor extremo y el auge de riesgos emergentes como IA y desconfianza institucional
Hasta medio millón de personas mueren cada año por los efectos del calor extremo, cifra superior al total combinado de víctimas por inundaciones, terremotos y huracanes, según el informe SONAR 2025 del Grupo Swiss Re. Este fenómeno —que solía considerarse el “peligro invisible”— está cobrando mayor relevancia por su impacto en la salud, la economía y múltiples industrias.

El reporte destaca cómo el calor extremo afecta desde la salud pública hasta sectores como telecomunicaciones y agricultura. Solo en EE.UU., las olas de calor son hoy tres veces más frecuentes que en la década de 1960, con temperaturas más elevadas y mayor duración. Según estudios recientes, 480 mil muertes al año pueden atribuirse al calor extremo, que provoca desde agotamiento e insolación hasta insuficiencia orgánica, agravando enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Las personas mayores y las embarazadas son especialmente vulnerables.

El impacto va más allá de la salud. Las altas temperaturas combinadas con vientos fuertes aumentan el riesgo de incendios forestales. Swiss Re calcula que entre 2015 y 2024 las pérdidas aseguradas por este tipo de siniestros alcanzaron los 78,500 millones de dólares. Además, industrias como la de telecomunicaciones enfrentan fallas críticas por sobrecalentamiento en centros de datos o daños en infraestructura subterránea.

El documento también alerta sobre un alza en litigios derivados de eventos extremos, como el caso de un demandante en EE.UU. que exigió 52 mil millones de dólares a empresas de combustibles fósiles por pérdidas atribuidas al cambio climático. Esto podría traducirse en mayores reclamaciones de responsabilidad para las aseguradoras.

Otros riesgos emergentes que podrían agravarse por el calor incluyen hongos tóxicos que prosperan en climas cálidos, la pérdida de cosechas y afectaciones laborales por exposición al calor.

Además del análisis climático, SONAR 2025 aborda riesgos estructurales como la creciente desconfianza en las instituciones y el aumento de incidentes relacionados con inteligencia artificial. Entre 2023 y 2024, los casos reportados de fallas con IA crecieron más de 60%, un tercio relacionados con errores de sistema. Este entorno exige al sector asegurador una rápida adaptación en el diseño de coberturas, exclusiones y cláusulas específicas.

“En un entorno de riesgos cada vez más interconectados, las aseguradoras deben ampliar su horizonte de evaluación. Desde el calor extremo hasta los desafíos de la IA, está claro que debemos dejar de ver los riesgos como temas aislados y empezar a entender cómo se entrelazan y transforman el panorama actual”, concluye Patrick Raaflaub, Chief Risk Officer del Grupo Swiss Re.