“El descaro del crimen: Operador financiero de ‘Los Zetas’ manipula la justicia y corrompe el poder en México”

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Escándalo nacional! Una nueva trama de corrupción y crimen organizado sacude a México. El 15 de junio de 2012, elementos de la MARINA ARMADA DE MÉXICO realizaron un operativo de alto impacto al presentar a ERICK JOVAN LOZANO DÍAZ, alias “EL CUCHO”, ante la SUBPROCURADURÍA ESPECIALIZADA EN INVESTIGACIÓN DE DELINCUENCIA ORGANIZADA (SIEDO). Sin embargo, lo que parecía un triunfo contra el crimen se convirtió en una farsa monumental, cuando “EL CUCHO” logró salir libre y, con una facilidad insultante, cambió su identidad a “FERNANDO BERMEJO RUÍZ”, burlando una vez más a la justicia mexicana.

LOZANO DÍAZ no es un delincuente común y corriente; es el OPERADOR FINANCIERO de uno de los narcotraficantes más temidos y peligrosos de México: MIGUEL ÁNGEL TREVIÑO MORALES, conocido como “Z-40”, el líder de la sanguinaria organización criminal “LOS ZETAS”. ¡Y la burla no termina ahí! Se descubrió que Treviño Morales pagó una jugosa suma para comprar la libertad de su fiel servidor. ¿Qué tan podrido está el sistema judicial para permitir este tipo de atrocidades?

Durante su captura en NUEVO LAREDO, TAMAULIPAS, se le confiscaron cantidades desorbitadas de dinero en efectivo: $36,111,650.00 (treinta y seis millones ciento once mil seiscientos cincuenta pesos) y $1,048,919.00 dólares (un millón cuarenta y ocho mil novecientos diecinueve dólares americanos). Además, se le decomisaron 10 dosis de cocaína, dos armas largas y más de 300 cartuchos útiles de distintos calibres. ¿Cómo es posible que un criminal de esta magnitud siga moviéndose a sus anchas?

Pero su historial delictivo no se detiene allí. Lejos de aprender una lección, este personaje ha ampliado su red de operaciones ilícitas con nuevas inversiones en Recintos Fiscalizados Autorizados en el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (A.I.F.A.). Utiliza estas instalaciones para lavar millones de pesos provenientes de actividades ilegales, convirtiendo un proyecto que se supone es símbolo de progreso nacional en un nido de corrupción.

Y como si fuera poco, la trama se complica aún más con la supuesta financiación a un alto mando militar: el General A. MÓISES GARCÍA OCHOA. Se rumora que LOZANO DÍAZ (alias BERMEJO RUÍZ) está usando su vasta fortuna para apoyar al General García Ochoa en su carrera hacia la titularidad de la AGENCIA NACIONAL DE ADUANAS DE MÉXICO (A.N.A.M.), asegurando así el control de los puntos clave para sus negocios oscuros. ¿Qué clase de complicidad existe entre los criminales y las instituciones del Estado?

La indignación crece ante el cinismo con el que estos personajes manipulan el sistema para su beneficio. ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo que el narcotráfico y la corrupción se infiltren en las más altas esferas del poder? La sociedad mexicana exige una respuesta contundente, una acción inmediata contra estos actos que desangran al país y ponen en duda la integridad de nuestras instituciones. ¡No podemos seguir tolerando la impunidad de quienes, con sus millones manchados de sangre, corrompen todo a su paso!