La inflación volvió a subir en enero en Estados Unidos, llegando al 5.4% en 12 meses frente al 5.3% del año móvil cerrado el mes anterior, cuyos datos fueron revisados (5% inicialmente), según el índice PCE publicado este viernes por el Departamento de Comercio.
Según este índice, preferido por la Reserva Federal (Fed, banco central), en un mes, los precios subieron 0.6%, por encima de las expectativas de los analistas. Es el mayor aumento desde mediados de 2022.
El incremento se produjo en momento en que los precios de los bienes y servicios aumentaron en comparación con el mismo período hace un año.
Excluyendo los volátiles segmentos de alimentos y energía, el índice de precios PCE subió un 0.6% respecto al mes anterior.
La Fed se enfoca en el índice de precios PCE ya que refleja el gasto real del consumidor, incluidos los cambios de artículos menos costosos, a diferencia del más difundido índice de precios al consumidor.
Además, los ingresos de los hogares aumentaron un 2%, el alza más fuerte de los últimos meses, mientras que sus gastos también siguieron la misma tendencia, registrando un avance de 1.8%.
Mientras tanto, los ingresos personales también aumentaron de diciembre a enero, “reflejando los sueldos y salarios privados tanto en las industrias productoras de servicios como en las industrias productoras de bienes”, indicó el Departamento de Comercio.
Ha habido una “reversión en el progreso del mes pasado” en el indicador de inflación, sostuvo Rubeela Farooqi, de la consultora High Frequency Economics.
Esto se produjo a pesar de los agresivos esfuerzos de la Fed para aumentar las tasas de interés y enfriar la economía más grande del mundo, con el objetivo de controlar la inflación creciente.
Si bien algunos sectores como el de la vivienda se han desplomado, el consumo se ha mantenido firme y algunas áreas de inflación se mantienen estancadas, lo que podría apuntar a más aumentos de tasas de interés por parte de la Fed.