Lanzan operativos contra robo de agua en medio de sequía en Nuevo León

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Autoridades del estado de Nuevo León, realizaron operativos este martes para ubicar y desconectar tomas clandestinas de agua ante la emergencia que vive esta región por la escasez del líquido entre la población.

En días recientes, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, denunció en redes sociales la existencia de ductos irregulares que desvían el líquido hacia ranchos privados.

En los operativos el gobernador va acompañado por policías para desconectar las mangueras y tubos.

Se trata de una práctica similar al robo de combustible, conocido como “huachicoleo”, en la que grupos delincuenciales pican los ductos de gasolina para extraerla y venderla clandestinamente.

“Encontramos otra represa donde sacan agua del río para llevársela a ranchos de forma muy irresponsable”, dijo García en una publicación de redes sociales.

“No toleraremos estos actos irresponsables que dañan a toda la ciudadanía”, añadió.

En Monterrey, la capital de Nuevo León, donde varias grandes industrias tienen sus operaciones, autoridades decretaron un racionamiento de agua para la población vigente desde hace varios días.

Para enfrentar la contingencia, también se dispuso desde la semana pasada la distribución de agua vía camiones cisterna en las localidades más afectadas por la escasez.

En tanto, en el central estado de Hidalgo, autoridades reportaron la detección de tomas clandestinas de agua, mientras que vecinos de Pachuca, la capital estatal, denuncian que ladrones furtivos vacían los tanques de almacenamiento doméstico.

Hasta mayo se habían detectado 1,800 tomas clandestinas las cuales provocarían la escasez del líquido para la población.

“Aprovecharon que la casa estuvo sola durante el fin de semana” para robar el agua, relató una vecina de Pachuca durante una reunión vecinal para abordar esta problemática.

Los problemas de acceso al agua potable afectan desde hace años a varias regiones del país de tanto por falta de infraestructura como por condiciones climáticas.

En algunos sectores de Ciudad de México como Iztapalapa, donde viven 1.8 millones de personas, es común que las autoridades racionen el líquido y envíen camiones para paliar la escasez.

En las regiones desérticas del norte del país, el origen del problema se relaciona con la escasez de lluvias y las elevadas temperaturas propias de la temporada veraniega.